He decidido empezar a escribir una serie de artículos sobre cine minimalista. Hay muchas películas en las que el minimalismo es claramente identificable, pero hay muchas otras, como «El club de la lucha» que hay que pararse a pensar para darse cuenta.
Para aquellos que no han visto «El club de la lucha», la película trata sobre un chico joven que padece insomnio, y vive una vida monótona y gris. Mientras hace un viaje en avión conoce a un carismático vendedor de jabón (Tyler Durden) que vive su vida sin ataduras. Entre los dos fundan un club secreto de lucha, donde pueden descargar sus frustaciones y su ira, y al que poco a poco se va apuntando más y más gente.
El protagonista, Tyler Durden, es uno de los personajes minimalistas más famosos del cine. No tiene posesiones materiales, rechaza el consumismo y usa la misma ropa constantemente. Aunque este minimalismo está llevado al extremo y se mezcla con otras filosofías propias del personaje, como la idea de que sólo la autodestrucción hace que la vida merezca la pena, la película nos ofrece algunas ideas muy interesantes que podemos ilustrar a través de estas frases:
«Únicamente cuando se pierde todo somos libres para actuar.»
«Lo que posees acabará poseyéndote.»
«La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.»
Lo que más me gustó de esta película es que es algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. ¡Recomiendo a todos los lectores de este blog a que se animen a verla si aún no lo han hecho!