Comprar como un minimalista significa ser un consumidor calculador e informado que reflexiona antes de gastar su dinero. Muchos minimalistas compran de una forma social. Éstos uscan compartir sus recomendaciones y escuchar las de otros, y no siguen las tendencias publicitarias. Prefieren los modelos de negocio con propósito social o ecológico, como podría ser comercio justo, programas de responsabilidad social importantes o respeto al medio ambiente. ¿ Quieres aprender a comprar como un minimalista ?

COMO COMPRAR COMO UN MINIMALISTA

1. Reflexiona sobre lo que estas pagando

Un minimalista valora siempre la calidad frente a la cantidad, sin importar lo que este comprando (comida, ropa, artículos de belleza…). El precio no es un impedimento siempre que esté justificado de una forma que encaje con sus valores. Hay productos encarecidos por las campañas de publicidad que hay detrás, por la imagen de marca… y un minimalista no está dispuesto a contribuir a ello con su dinero, sino que prefiere consumir productos donde el precio se justifique por una producción sostenible, unas condiciones justas para los trabajadores o unas materias primas respetuosas con el medio ambiente.

2. Pregúntate sobre la composición de un producto

Un minimalista mira siempre la lista de ingredientes o la composición de un producto. No importa si es algo alimentario o una prenda de ropa, hay que mirarlo al detalle. Cuando se trata de ropa, por ejemplo, siempre me fijo en el porcentaje de algodón, polyester, lana… tengo prendas que me duran años y otras que he tenido que reciclar en unos pocos meses a causa de la pobre calidad del tejido. Comprar como un minimalista significa analizar la durabilidad de un producto antes e adquirirlo.

3. Mira siempre quién está detrás

Comprar como un minimalista implica analizar a qué estas contribuyendo con tu dinero. Comprar una marca solo porque esté asociada a un cierto estatus o tendencia no encaja con el pensamiento minimalista. Contribuir a marcas de productores locales o con un compromiso social, sí.

4. A veces lo barato sale caro

Para un minimalista, cuya filosofía de vida es vivir con menos, el consumo es algo totalmente secundario. Por ello, evita malgastar en él uno de sus recursos más preciados, el tiempo. A veces, buscar las mejores gangas es un proceso largo al que hay que dedicar horas, visitando tiendas o buscando el mejor precio online. Un minimalista decide no complicarse y cuando está seguro de comprar algo, evita dedicar más tiempo del necesario.

Conclusión

Algo no puede ser barato, rápido y bueno a la vez, como mucho podrá ser dos de estas dos cosas al mismo tiempo. Comprar como un minimalista no significa comprar barato ni rápido, sino bueno y de calidad, de una forma sostenible y siempre que sea necesario. Y tú, ¿Alguna vez te paras a reflexionar sobre el impacto que tienen tus compras en el mundo? ¿A donde va tu dinero?

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