Para controlar y mejorar tu economía sólo debes querer hacerlo y ser consciente de que debes hacerlo. Dependiendo de los hábitos de cada uno, nos costará más o menos. ¿Te sientes identificado con alguno de estos puntos?
- Si gastas lo que ganas. Esperas con impaciencia el día en el que recibes la paga mensual, bien porque ya no te queda nada o casi nada en la cuenta del banco o porque ya tienes planes de cómo gastarla.
- Tienes una deuda en tu cuenta del banco. Estar en números rojos siempre es una mala señal.
- Tienes muchos pagos a plazos. Por ejemplo, la deuda del coche, de estudios o préstamos en curso.
- Tus ingresos determinan tu estilo de vida. La filosofía debería ser ganar el dinero que nos permita vivir, no trabajar para gastar.
- No tienes ahorros. Nunca es pronto para empezar a ahorrar, aunque sea una mínima cantidad de dinero. Nuestro futuro dependerá literalmente de ello.
- El dinero es una fuente de problemas para tí. Si el mal humor o los problemas en las relaciones pesonales son algo habitual en tu vida, los problemas que te ocasiona la mala gestión de tu economía te están impidiendo crecer y evolucionar.
Identificar el problema y establecer un plan de acción es la única manera de salir del círculo vicioso del consumo y el gasto. No es cuestión de cuánto gastamos, si no en qué gastamos y cómo empleamos nuestros recursos, disfrutar de la vida es la mayor prioridad, y esto muchas veces no entraña tener que gastar todo lo que se gana.
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