Deshacerse de las cosas implica hacer una reflexión sobre nuestras necesidades, nuestros objetivos y el papel que los objetos que poseemos juegan en ellos.

Deshacerse de las cosas significa dejar ir todo aquello que no cumple una función en nuestra vida; no sólo cosas inútiles o viejas, sino cosas de valor, preciadas o útiles.

Por dónde empezar a deshacerse de las cosas

Empecé a deshacerme de las cosas que tenía hace más de un año. Quería liberar espacio en mi casa y dejar de pasar tiempo ocupándome de objetos para dedicarlo  a otros aspectos de mi vida.

Empecé por hacer inventario de todo lo que tenía y separé aquello que usaba o que aportaba valor a mi vida del resto. Sin embargo, en ese resto, no sólo había cosas obsoletas o carentes de valor (como por ejemplo cintas de vídeo o ropa muy usada) sino cosas que tenían valor y que podían ser útiles a otras personas (como joyas que no me ponía o zapatos prácticamente sin usar).  Eran cosas por las que había pagado un buen dinero, así que ¿cómo iba a deshacerme de ellas si tenían valor?

Fue entonces cuando aprendí que había dos tipos de coste:  el coste post-compra y el coste por uso. Es importante diferenciar bien estos dos conceptos para deshacerse de las cosas correctamente.

Los 2 conceptos de coste

Coste post compra

El coste post compra es aquel asociado al mantenimiento de ese objeto, al espacio que ocupa (coste de stockage) y al tiempo que dedicamos a ese objeto. Por ejemplo, mi colección de collares de la marca Uno de 50. Tenía 4 collares bastante voluminosos,  lo que me obligaba a guardarlos en un joyero bastante grande encima de mi mesilla. Estos collares, al estar bañados en plata, se oscurecen con el tiempo, lo que hacía que a pesar de casi no usarlos, tuviera que limpiarlos con un limpiador de plata especial cada cierto tiempo.

Pues bien, estos collares a los que no daban uso, tenían el siguiente coste para mí:

Coste por espacio: aproximadamente la caja ocupaba  0,04m2. En una casa de 65m2 con un alquiler mensual de 700€ esto hace que el coste por espacio fuera de 5€ anuales.

Coste por mantenimiento: limpiar los collares me llevaba 30 minutos al mes. Si mi sueldo en aquel entonces eran de 10€/hora, el coste anual era de 60€.

Es decir, que el coste total por tener esos collares inmovilizados era de 65€ anuales.

Coste por uso

El otro tipo de coste es el coste por uso. Este coste se calcula dividiendo el coste inicial de un objeto entre el número de veces que lo hemos usado. Por ejemplo, un bolso de 200€ que hayamos usado 100 veces tendrá un coste por uso de 2€, mientras que un bolso de 30€ que hayamos usado 10 veces tendrá un coste por uso de 3€. Cuando hagamos limpia, es importante tener en cuenta este coste para no repetir los errores del pasado en el futuro. En mi caso, me di cuenta que eran las cosas de mejor calidad las que al final salían «más baratas». Esto se debe a que eran a las que más uso daba y las que aguantaban en buen estado más tiempo.

Reflexionar de esta manera, teniendo en cuenta el verdadero coste de las cosas, me ayudó a tomar mejores decisiones y a ser inflexible y estricta con mis criterios. Por su puesto, traté hacer esta limpia lo más rentable posible y puse a la venta todo lo que pensaba que podía tener un valor en el mercado de segunda mano. En la mayoría de casos no recuperé lo que había pagado inicialmente, pero al menos recuperé una parte.

¿ Qué es lo que aprendí  sobre deshacerse de las cosas ?

  1. Hay que aceptar los errores y aprender de ellos. Cuando ves que hay tantas cosas por las que pagaste un precio alto que no cumplen ninguna función en tu vida, te hacer ser más consciente de tus errores y te ayuda a no repetirlos en el futuro.
  2. La sensación de dejar ir. Descubrí que tener menos cosas me llenaba más que comprarlas, y me hizo cambiar mi perspectiva frente al consumismo.
  3. Ayudar a la comunidad. Hay cosas que podemos vender, pero muchas otras tienen un precio muy bajo en el mercado de segunda mano. La ropa o los libros fueron cosas que doné en mi municipio local. Estos tendrán una segunda vida en casas donde serán más útiles que en la mía.
  4. Hay que hacerse las preguntas correctas. ¿Tiene esto un propósito en mi vida? ¿ Fue una compra impulsiva? ¿Puede ser útil a otra persona? ¿Qué coste tiene en mi vida? Son preguntas que me ayudaron a deshacerme de la mayoría de mis objetos. También las aplico a la hora de adquirir cosas nuevas.

Y tú, ¿Has hecho limpia en casa? ¿Qué has aprendido de la experiencia de deshacerse de las cosas ? Déjame un comentario contándome más sobre tí.

 

Puedes leer más sobre deshacerse de las cosas aquí:

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14 comentarios en “DESHACERSE DE LAS COSAS”

  1. Yo llevo ya casi dos años desde que empecé a aplicar el método Konmari y después el minimalismo. He pasado de obsesionarme con comprar armarios para guardar a tirar muebles accesorios y tener los armarios medio vacíos. La sensación de saber lo que tienes, lo que te dura, lo que significa para ti… me ha dejado mucha paz, mucho tiempo libre, y ha aportado mucha luz sobre lo que me gusta y lo que no, lo que es importante para mí y me aporta felicidad y lo que no.
    Creo que el minimalismo se aplica en nuestras pertenencias y luego se refleja en el resto de aspectos de nuestra vida.
    Ahora voy a casa de mis padres y me agobio de ver tanto chisme! no sé si os pasa.
    En fin, que placer dejar a los objetos ir sin culpabilidad!

  2. Hola, me llama la atención que algo que llevo practicando durante 20 años (cuando me independice de mis padres) sea ahora una moda. Siempre fui muy básica con mis pertenencias, cuando tuve mi casa solo compramos lo imprescindible, cosa que a mas de uno dejó con la boca abierta. No quería cosas para limpiarlas y tenerlas guardadas. Ahora soy peor, jajaja, tengo a mi familia loca, aunque ya están acostumbrados a mis limpiezas Feng Shui. Saludos

  3. Más de una vez he tirado o regalado cosas, y cuando me pongo a pensar en el dinero que invertí ellas para no utilizarlas, me pesa de verdad haber sido tan consumista.
    Excelente artículo, felicidades!

    1. Hola Stephanie,

      Los errores del pasado te ayudarán en tu futuro, seguro que ahora te lo piensas mucho más antes de comprar cosas 🙂

      Un abrazo

  4. Hola, me encanta tu sitio, descubrí el minimalismo hace un par de años, y aunque lo he practicado de manera intermitente, me ha traído incontables beneficios. Gracias y continúa compartiendo.

  5. A primeros de año por casualidad descubrí el método de Marie Kondo y el minimalismo.
    Hasta ese momento sentía que en mi vida faltaba algo, no me sentía a gusto con mi vida y no me sentía feliz .
    Entonces decubrí que no me faltaba nada, lo que me pasaba es que en mi vida sobraban muchas cosas.
    Me deshice de 365 cosas en un mes (Ropa y calzado que llevé a Cáritas, libros que llevé a la Biblioteca, cintas de música y películas que regalé a amigos, muebles, adornos , etc,etc…..)
    Ahora tengo la casa mucho más organizada, nada saturada, cada cosa tiene un sitio, tanto es así que estoy dando una segunda vuelta.
    Estoy super feliz, más tranquila, relajada, no me preocupa tanto el futuro, pues me he dado cuenta que no se necesitan tantas cosas para vivir.
    Un Saludo.

  6. Buenas noches, todavía me falta mucho por aplicar sobre el minimalismo. Normalmente soy de tener libros de mi escuela primaria, colección de revistas de mi adolescencia y demás cosas que solo ocupan mucho espacio en mi casa, y con mis hijos se hace aún más difícil. Aún así todas las semanas agarro un armario y voy separando cosas para tirar, regalar, donar. Soy de apegarme a ciertas cosas que me acercan a mi infancia como cartas de mis amigas y eso me cuesta tirarlas. Recién hoy descubrí tu página y estoy dispuesta a cambiar mi vida, de a poco pero con constancia. Besos y brindo por un 2018 lleno de bendiciones para todos.

  7. Hace poco que he descubierto tu blog y me encanta. Tus reflexiones me ayudan mucho y este artículo en concreto creo que es de los que más me motivan para seguir tus consejos. Muchas gracias por compartir con nosotros tus experiencias y pensamientos.

    1. Hola Berta

      Muchas gracias por tu comentario 🙂 Espero que estos consejos te hayan sido de utilidad, ya me contarás 🙂
      Un abrazo

  8. Hola,

    escribo porque soy partidario del minimalismo, tanto artística como profesionalmente.

    Soy químico en un laboratorio de adhesivos y he estado desarrollando un método matemático para disminuir riesgos a causa del desorden.

    Yo he seguido 3 pasos básicos:

    1. Agrupar, en colecciones de objetos similares entre sí.

    2. Priorizar, de lo más grande a lo más chico, o de lo más peligroso a lo menos, siempre siguiendo un criterio de lo más a lo menos (o viceversa)

    3. Ubicar, los objetos prioritarios cerca y los de menor prioridad lejos, o lo más peligrosos ocultos y los menos peligrosos expuestos, o cualquier idea de un modo similar.

    He calculado que eso disminuye el riesgo a 1 accidente al año. Luego he observado qué está caduco y lo
    he desechado como es pertinente, qué es imprescindible y lo he envasado adecuadamente. He recuperado frascos y envases de lo que ya estaba caduco.

    Mi reto ahí fue «eliminar la mitad del peso». Si de algo tenía, por decir, 10 kg, tenía que quedarme con 5 kg solamente. He calculado eso disminuye el riesgo de 1 accidente al año a 1 accidente cada 10 años.

    Como mencionas no es fácil deshacerse de todo de una sola vez. A mí me ha tomado casi 2 años, empezando desde el primer día de trabajo en el laboratorio, interrumpido ello por el trabajo de análisis habitual.

    Ahora, además, me siento libre, pleno, relajado y seguro.

    1. Hola Alfredo

      Lo que explicas es muy interesante, ¿Crees que este método se podría extrapolar a los hogares de la gente?
      Entiendo que no necesariamente para eliminar accidentes, sino por ejemplo, para ahorrar más tiempo en la limpieza, hacer nuestras tareas de una forma más productiva…

      Gracias por tu comentario

      Un abrazo!

      1. De hecho la disminución de riesgos y la disminución del tiempo de limpieza o también del tiempo de búsqueda de un objeto están muy relacionados.

        Ocurre que se calcula la probabilidad de hallar a la primera un objeto en una colección de cosas (por ejemplo, hallar un frasco determinado entre 100 frascos de una alacena). Cuando todo está en desorden, la probabilidad es 1 en N y N es la cantidad de cosas en la colección.

        Sin embargo, cuando todo está en orden (siguiendo el método que expuse) la probabilidad es del 100%, o sea que las cosas buscadas se encuentran a la primera siempre.

        No obstante, en la realidad siempre existe un costo de búsqueda intrínseco a la colección, tan sólo por echar una mirada a la alacena donde se aloja ésta. Y más aún siempre existirá un costo de trabajo para hacer la limpieza, y también un costo por accidentes, eso no lo podemos evitar.

        Aún así cuando el costo de búsqueda de un objeto es el menor posible (con probabilidad de hallarlo cercana al 100%), el costo de limpieza es sólo el necesario para tomar el objeto y pasarle el trapo húmedo, y ya no hay que sumarle otros costos adicionales a causa de no hallar el objeto buscado.

        Igualmente el costo por accidentes es, ya con todo ordenado, el que hay por la cantidad de substancia en el frasco (si se tiene lleno el frasco, el contenido va a generar, por decir, un incendio mayor que si el frasco está a la mitad) y no se añade el costo de, por ejemplo, subirse innecesariamente a un banco para buscar el objeto en sitios donde no está.

        En fin, creo que me explayé. Espero no haya resultado molesto mi comentario por lo extenso de su lectura.

        Saludos desde México, e igual un abrazo.

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